Existe un trastorno que se llama «Trastorno Negativista Desafiante», que cursa con un patrón de comportamiento generalizado que incluye enfrentamiento con la autoridad, provocaciones, desafíos, actitud negativista,…
El comportamiento de estos adolescentes ha traspasado ya los límites de lo considerado «normal para su edad» y realmente su estilo continuado es un enfrentamiento constante.
Es difícil abordar estos casos; por el simple hecho de partida de que ellos mismos o ellas mismas no desean ser abordados; no consideran que tienen ningún problema ni creen necesitar ayuda.
Los padres debemos acudir a un psicólogo especiallizado en estos casos para recibir el asesoramiento y las pautas de abordajes más efectivas; y que al menos no empeoren la situación. Cuando una persona no tiene la solución a un problema, no es poco adoptar estrategias que no lo empeoren.
El origen de la conducta negativista desafiante esta en la propia persona; no debemos explicarla exclusivamente en base a modelos de aprendizaje; o a influencias externas.
El peso de los iguales es evidente; pero no es determinante; por eso iniciativas como la que recientemente ha presentado Javier Urra con el «Centro Recurra» son dignas de elogio y difusión.