Muchos en nuestros trabajos, debemos sacar temas, gestionar asuntos,… y en ocasiones nos faltan horas del día… En esos momentos corremos el riesgo de presionar demasiado a nuestro organismo y entramos en la fase de «activación» del estrés.
Que nos organicemos. Que planifiquemos. Que ordenemos… pero siempre con una condición: decir que NO a ciertos asuntos y tareas que puedan retrararse en el tiempo; ya que valoramos que existen otras urgentes que deben tener prioridad.
Y claro, detrás de los asuntos y temas hay personas. Ellos y ellas que nos piden que lo hagamos, que les pasemos un documento para mañana, que le revisemos la tarea pendiente o que le enviemos ese mail con la documentación completada…
¿Cómo unir posponer asuntos, demorarlos, decirles que ahora no, con mantener relaciones cordiales en el trabajo?
Siendo sincero, hablando desde la verdad, desde la propia organización, desde el entendimiento de que ese asunto es para ti importante, pero que hoy no podré llevarlo a cabo; sino en el momento posterior que te indico. Manteniendo la sonrisa, las formas, preocupándonos por el interlocutor y empatizando; claro, separando la tarea del mensajero.
– ¿Qué hay de ese correo con la documentación que te pedí? saludos!!
– Lo tengo pensado hacer el jueves, si te parece. Sé que te vendría mejor hoy, lo siento. Me es imposible organizarme porque debo sacar temas urgentes. Gracias por tu paciencia!! Saludos!!!!!!