Muchas mujeres, aproximadamente el 80%, se sienten un poco llorosas, desanimadas e inseguras en el tercer o cuarto día tras el parto. Es el conocido «maternity blues» o depresión postparto leve que dura de unos 7 días y que pronto desaparece. Desde luego, muchas se sienten cansadas y un poco desorganizadas cuando regresan a casa del hospital, pero generalmente controlan perfectamente la situación cuando pasa más o menos una semana.
Sin embargo, para las madres con una depresión postparto las cosas empeoran día tras día. Muchas madres deprimidas no son conscientes de que tienen una enfermedad y se sienten avergonzadas de tener que admitir cómo les ha afectado su reciente maternidad. La sintomatología más frecuente:
- Exceso o falta de apetito
- Deseos de aislamiento o sentimientos de extrema soledad
- Falta de energía.
- Ansiedad, angustia, miedo.
- Falta de interés en el autocuidado
- Pensamientos relacionados con la muerte, ideas suicidas o autolesivas.
- Hipo o hipersomnia (alteraciones del sueño).
- Irritabilidad hacia la pareja y/o hacia los otros hijos.
- Culpa.
- Problemas de memoria
- Dificultad para vincularse al bebé.
- No desean quedarse solas con el bebé porque se perciben incapaces de cuidarlo.
- Resentimientos hacia el bebé, lo culpan por la situación y a veces, piensan en hacerle daño.
- Sobreprotección del bebé: la madre lo ve siempre como enfermo por lo que suele consultar con excesiva frecuencia al pediatra. Muchas veces, este es el único síntoma visible de una depresión silenciada por la madre.
- Ideas de arrepentimiento del embarazo y nacimiento del niño.