Son muchas las familias que se preguntan si su hijo/a es movido/a o es que realmente tiene una dificultad, que no puede controlar.
A menudo, en los distintos medios de comunicación aparecen noticias sobre el exceso de diagnóstico de este trastorno. ¿A qué se debe? El error más común que se puede cometer es el no analizar y no tener en cuenta todas las áreas en las que se mueve el niño/a, es decir, escuela, casa, calle… Las familias pueden proporcionar información del ámbito escolar pero deberíamos profundizar con el profesorado y responsables del centro para conocer la situación actual. Otro error es no indagar sobre otras variables que estén afectando a la conducta de ese/a niño/a, trastornos emocionales, trastornos en el aprendizaje…
Es importante que ante la sospecha de TDA-H se haga una evaluación exhaustiva y se recoja información de los diferentes ámbitos.