Seis de cada diez chicas adolescentes recibe mensajes como éste y una de ellas siente miedo por ello. Así podría concretarse, por ejemplo, del estudio que ha dado a conocer la Cadena Ser sobre «El ciberacoso como violencia de género en los jóvenes: un riesgo en la sociedad de la información y del conocimiento» y realizado por la Delegación del Gobierno para la violencia de género.
Desde las familias la pregunta NO es por qué pasa esto; sino qué podemos hacer para que no pase. Creo que es una perspectiva más útil.
– Conectarnos con nuestros hijos/as desde edades tempranas a los dispositivos «pantallescos» y enseñarles, con nuestro modelo cuál es la actitud crítica y controlada.
– Limitar, antes de cada conexión, el tiempo que estarán buceando o chateando,…
– Pactar contenidos previos antes de empezar, según sus intereses.
– Negociar previamente sus obligaciones y relacionarlas con los momentos de ocio en las pantallas.
– Instalar navegadores para niños/as (KIDO’Z; Zac Browser; Zoodles; KidZui; KidRocket; KidRex; Buscador infantil; Ask Kids; Yahoo Kids, y Kid Clicks.)
– Hacer lo que decimos: controlar y limitar nuestras conexiones a dispositivos y facilitar en determinados momentos la comunicación «natural» (cenas son dispositivos no pantallas por favor!)
– Favorecer que los hijos/as dispongan, por supuesto, de dispositivos para que puedan utilizarlos. No se trata de evitar su conexión; pues las posibilidades de enriquecimiento, de información y de comunicación son enormes; sino de enseñar su uso adecuado.