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El dilema de querer sin ser querido

El dilema de cómo puedo seguir queriendo a quien me está haciendo daño. MI padre o mi madre son quieres más me quieren, pero ahora veo que sus acciones son contrarias a saber que me quiere. ¿Qué puedo hacer?

  • ¿Cómo puede hacerme esto?, con lo que me quiere, con lo que le quiero…

A veces nos encontramos ante un dilema de sentimientos. ¿Si me quiere por qué me hace daño?, ¿si le quiero, por qué no quiero estar con él?

Dilema

No es poco frecuente que las personas se encuentren frente a este dilema, esta disyuntiva cuando quien nos debe querer no parece que lo haga. Hablamos de menores cuyos padres están separados, y «malamente separados». Y no es cuestión de tomar decisiones conscientes, racionales, razonadas, sopesadas,… sino de emociones que entrechocan, emociones antagónicas que difícilmente pueden convivir en nuestro corazón.

¿Qué hacer entonces?

Opción A: Seguimos poniendo la otra mejilla. Volvemos a dar oportunidades. Nos acercamos a la persona querida, y de nuevo nos volvemos a decepcionar. Lo intentamos. Fracasamos. Nos caemos Nos levantamos.

Opción B: Se acabó. No quiero hablar más con él. No pienso exponerme a un desplante más, a un comentario despectivo, a una agresión más por parte de quien me quiere. Hasta aquí he llegado. Corto la relación.

Hay más opciones (la C, D, E,… hasta la Z). Creatividad y flexibilidad serían las dos palabras mantra. ¿Por qué iba a seguir o dejarlo?, ¿no hay opciones en medio de esos dos extremos? Sí, las hay. C: sólo me expongo a esa persona en fechas señaladas, D: sólo en mi territorio, E: me comunico vía chat / e mail, F: me comunico en presencia de un tercero, G: Espero a que me llame para hablar, …

Pero todas ellas, todas esas opciones intermedias pasan por no querer que la otra persona cambie, por aceptar que lo que hace es lo que hace, lo que dice es lo que dice. Si pretendemos que el otro mueva ficha, haga lo que debe hacer, o peor: hacemos de padres de nuestros padres, todo se va a desmoronar: el estrés puede ser entonces intenso.

La decisión que cada uno tome es la mejor, porque es tomada por uno mismo. Pero verlo todo en negro o en blanco, muchas veces no corresponde con una posición de inteligencia emocional.

Desde Centro Delta Psicología en Bilbao podemos ayudarte con este y otros problemas psicológicos que quieras consultarnos. Estamos para ayudarte en nuestra web, en este mail info@centrodelta.com o en el teléfono 944241960.

PSICOLOGÍA Y LITERATURA

RONALDO Y YO

Un hermoso día en un parque, un joven papá empujaba el cochecito en el que lloraba su hijito. Mientras el papá llevaba a su niño por los senderos del parque, iba murmurando bajito y suave:

– Tranquilo, Ronaldo. Mantén la calma, Ronaldo. Está bien, Ronaldo. Relájate Ronaldo. Todo irá bien, Ronaldo, ya verás.

Una mujer que pasaba por allí, se dirigió al joven papá y le dijo:

– Usted realmente sabe cómo hablarle a un niño alterado… con calma y suavidad. Realmente es admirable.

La mujer se inclinó hacia el niño que estaba en el cochecito y le dijo tiernamente:

– ¿Cuál es el problema, Ronaldo?

Entonces el papá dijo rápidamente:

– ¡Oh, no señora…! Él es Enrique. Ronaldo ¡soy yo!

Gerard Fuller

¿Buscamos el cambio en el otro? Quizá se pueda empezar por lo que tenemos más cerca… UNO MISMO.

 

Claves para fomentar la autoestima en la infancia

autoestima 1La autoestima empieza a formarse muy pronto en la vida. Este concepto puede definirse como una serie de creencias o sentimientos hacia nosotros mismos. Esta autopercepción influye en nuestras motivaciones, actitudes o comportamientos, emociones y pensamientos.

Los niños y las niñas se están creando continuamente un concepto de ellos mismos basado en las interacciones con otras personas. Los padres y madres durante el desarrollo de sus hijos/as, especialmente en edades tempranas, poseen una gran influencia en la formación de la autoestima. Por ello conviene:

  1. Elogiar y reforzar positivamente las conductas que todavía les supone mucho esfuerzo.
  2. Tratarnos entre los miembros de la familia con respeto. Debemos recordar en todo momento que ellos/as siguen nuestro ejemplo.
  3. Validar sus emociones y permitirles que las expresen de forma adecuada.
  4. No pedir la perfección.
  5. Escuchar y responderles, hacerles saber que sus preguntas y opiniones son importantes.
  6. Estimular a que tomen decisiones por sí mismos/as.
  7. Dedicarles tiempo de calidad, si estamos paseando con no ir mirando nuestro móvil.
  8. Dar responsabilidades, deben tener la sensación de que son imprescindibles, si no hacen su tarea la organización familiar falla.
  9. Fomentar los intereses y las habilidades.
  10. No sobreprotegerles, fomentarás la inseguridad y la dependencia.
  11. Corregir sus errores pero desde el cariño, sin gritos, descalificaciones o etiquetas como “chapucero”, “desastre”, “torpe”, “malo”, “tonto”, “el más listo”.
  12. No comparar, ni con su hermano/a ni con otro compañero/a.
  13. Establecer unos límites claros y ser consistente con ellos.
  14. Valorar el esfuerzo, no los resultados.

Lo más importante es tener una buena autoestima nosotros mismos para que puedan imitar, sin olvidarnos de la dosis de paciencia que es indispensable en la educación y dedicarles tiempo de calidad, es el mejor regalo que se le puede hacer a un/a hijo/a.

Espejito espejito… ¿quién es la más guapa?

blancanieves

El Síndrome de Blancanieves hace referencia a la distorsión de la imagen que una persona tiene de sí misma con respecto a su juventud, belleza o características de esta etapa de la vida. La persona que lo padece siente envidia hacia otras personas más jóvenes que reúnen lo que esta considera “belleza”.

Betsy Cohen, una psicoterapeuta estadounidense, acuñó el término en uno de sus libros. Pese a que este trastorno no forma parte del DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), los psicólogos prestan cada vez más atención a sus síntomas.

Se da principalmente entre mujeres, que superan los 40 años. Pero no es exclusivo de ellas, también se dan muchos casos entre los hombres.

Algunas de las características son:

  • Ansiedad y depresión por  miedo a envejecer.
  • Distorsión de la imagen.
  • Baja autoestima.
  • Envidia y afán competitivo ante mujeres más jóvenes.
  • Obsesión por la salud y la belleza física, llegando a hacer uso abusivo de la cirugía estética.
  • Frecuentes flirteos con hombres (la mayoría más jóvenes) debido a la constante búsqueda de aprobación de su apariencia física.
  • Miedo a estar soltera y búsqueda de una nueva pareja tras la ruptura sentimental.
  • Envidia hacia las mujeres con éxito con los hombres.
  • Tristeza al recordar la juventud y las cualidades de esa edad que se creen ya perdidas.

¿Qué tipo de relación de pareja tienes?

teoria amor

La relación de pareja es quizás una de las experiencias más gratificante en la que se ve envuelto el ser humano. Sternberg (1986, 1989) establece tres bases fundamentales del amor: intimidad, pasión y compromiso. Para él los diferentes tipos y etapas del amor pueden ser explicados mediante las combinaciones de estos tres elementos. Así establece siete tipos de amor:

a) Carinño: Es la relación donde existe un alto grado de intimidad, de verdadera amistad, pero sin la pasión y el compromiso a largo plazo.

b) Encaprichamiento: Es una relación con alto grado de pasión, pero sin intimidad y compromiso, por lo cual tiende a disolverse con facilidad. Comúnmente se siente como «amor a primera vista».

c) Amor vacío: Es la relación con un alto grado de compromiso, pero sin intimidad y sin pasión. No sienten nada uno por el otro, pero hay una sensación de respeto y reciprocidad.

d) Amor romántico: Es la relación que se solventa en la intimidad y la pasión. Las parejas románticas están unidas emocionalmente y físicamente, mediante la pasión, pero no en el compromiso de estar juntos. Por ejemplo sería un amor de verano o relaciones de muy cortas.

e) Amor sociable: Es la relación en donde existe la intimidad y el compromiso, pero no hay pasión. Esto es común en lo matrimonios de larga duración.

f) Amor fatuo: Es la relación basada en la pasión y el compromiso, sin la estabilizante influencia de la intimidad.

g) Amor consumado: Es la relación en donde podemos observar los tres componentes: intimidad, pasión y compromiso. Es la forma completa del amor. Representa la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan.

¿Ayudo demasiado en los «deberes»?

deberes«Si me pusieran la nota a mí… ¡sacaría sobresalliente!» Muchas madres y padres firmarían esta afirmación. ¿Hasta qué punto debemos ayudar a nuestros hijos e hijas en sus tareas escolares?, ¿Cuándo es recomendable ir dejándoles solos?

Podemos hacer una pequeña división por edades. En el primer ciclo de primaria (1º y 2º) debemos ayudarles a que los traigan, se responsabilicen de los papeles y notas que traen y llevan en la mochila. Debemos estar encima de ellos/as para ir instaurando poco a poco el hábito. Es posible que necesiten que nos sentemos junto a ellos/as cuando están escribiendo y memorizando. Ratos cortos, no más de 15 minutos. Descansos. Y leer, leer y leer.

En el segundo y tercer ciclo de primaria (de 3º a 6º curso) deberían ponerse solos/as a hacer sus tareas. Sólo los debemos acompañar si hay alguna materia que les cuesta más o necesitan realmente nuestra guía. El resto, ellos solos.

En educación secundaria, los chavales deben planificar los tiempos que dedican a cada trozo de materia y asignatura. Deben repartir en un calendario los contenidos y el esfuerzo que dedican a cada uno; para poder utilizar más que nada su memoria a largo plazo. Aquí las familias debemos supervisar antes y después. Ellos solos.

Muy importante: debemos evitar, en general, los períodos de más de una hora sentados haciendo la misma tarea. Esto aburre a cualquiera, cansa, y disminuye su efectividad. Intercalar descansos cronometrados. Planificar.

Y sobre todo. leer, leer y leer.

«Tengo miedo a contagiarme…» 5 Consejos claros.

centro delta psicología
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PRIMERO:

El miedo nos puede paralizar o hacer que hagamos cosas impensables. El miedo moderado es útil, porque pone a nuestro cuerpo en alerta ante el peligro; pero un exceso de miedo puede paralizarnos y envolvernos en una cadena de comportamientos evitativos que nos perjudiquen seriamente nuestra vida cotidiana y la de nuestros allegados.

SEGUNDO:

Datos: en Madrid hay una persona contagiada del virus ébola. Yo he pasado cerca de su casa; y he podido tocar la misma barandilla del parque que tocó esta persona. El virus ébola se transmite por contacto directo de fluidos corporales. En Liberia, Sierra Leona, … existen ya cerca de 4.000 personas fallecidas por el virus y miles más que han entrado en contacto con ellos y siguen vivos.

Más datos: en España mueren al año entre 10 y 15 personas por un rayo. La tasa de mortalidad por enfermedades cerebrovasculares: 95 por 100.000 habitantes/año. Y podría seguir… pero el problema no son los datos.

TERCERO:

Mi miedo va más allá: elucubra, anticipa, fantasea,… y mientras tanto siento malestar de estómago, dificultades para tragar, sudoración,… ¿tendré síntomas del ébola o tendré miedo?. El miedo es «libre», porque pertenece a nuestro sistema nervioso autónomo, que surge sin nuestro control voluntario. No podemos aconsejar «no tener miedo» porque viene a ser lo mismo que si le aconsejamos a alguien que baje su fiebre… Permítete tener miedo.

CUARTO:

Vida y muerte son dos caras de la misma moneda. Vivir de espaldas a la muerte es ingenuo; y sólo hablar de ella cuando llama a tu puerta… no es buena estrategia. La única certeza que tenemos los vivos es que nos vamos a morir; algunos con supuesta «fecha de caducidad» y otros con esa incógnita.

Y QUINTO:

Y una última cuestión: el miedo condicionado se controla afrontándolo: viajemos a Madrid, paseemos por Alcorcón tocando los bancos de los parques,… finalmente no nos pasará nada. Aprenderemos a controlar así nuestras emociones.

Celos infantiles

Los celos infantiles suelen formar parte del desarrollo evolutivo de los niños/as, especialmente cuando nace un hermano /a. Debemos tener presente que es uncelos infantiles estado afectivo, en principio, pasajero que se caracteriza por miedo a que el cariño y atención del padre y la madre disminuya.

Es importante tratar el tema no solo tras el nacimiento, que suele ser lo más común, si no antes. Algunas conductas que nos pueden ayudar a prevenir o minimizar los celos pueden ser: informar de la llegada del nuevo miembro, dejarle participar en decisiones relacionadas con su hermano/a (color de la habitación, el nombre…), dejarle escuchar los latidos o ver las ecografías, evitar cambiar sus rutinas… y especialmente darle tiempo para que pueda adaptarse a los cambios de la organización familiar tras el nacimiento.