Pirómano vs. Incendiario

Radio Bilbao Cadena Ser 12/1/17
Desde 1h 17´

Este mediodía en Hoy por Hoy Bilbao, con Azul Tejerina desde minuto: 1h 17′, hemos puesto un poco de luz en los fuegos provocados por una persona que aparentemente padece una piromanía; es decir, que siente un impulso difícil de controlar hacia el fuego y todo lo que rodea al fuego.

Recientemente la localidad de Sopela ha sufrido una serie de incendios al parecer provocados por una persona que parece padecer este trastorno, clasificado según los manuales estadísticos de los trastornos del comportamiento en la categoría de «trastorno de los impulsos», en el mismo grupo que la trocotilomanía, la cleptomanía o el juego patológico.

Por tanto, no estaríamos hablando de una persona indendiaria; la cual provocaría el fuego por una motivación personal en linea con una venganza, búsqueda de dinero, recalificación de terrenos, notoriedad social, etc.

La intervención de los recursos sociales sobre las personas que no pueden controlar los impulsos de todo lo que rodea al fuego debe ser asistencial, y no carcelaria. Una intervención sanitaria con psicólogos, y probablemente especialistas en psiquiatría, siempre basada en la evidencia, va a conseguir, probablemente, una disminución de dichos impulsos y por tanto una mejor adaptación de la persona a su ambiente social.

Mi trabajo es un chollo

trabajochollo2016El pasado Lunes día 26/12/16 pude participar en un debate en ETB-2 de la mano de Adela González en el programa AHORA sobre si algunos trabajos «a todas luces» afortunados son realmente un chollo.

Por exigencias del formato no pudimos extendernos mucho, pero sí que pudimos señalar que incluso trabajos como ser jurado en concurso de pintxos, sumiller, asesora de moda o «probador de viajes» pueden estrés.

Es necesario hacer una puntualización. No está mal acercarnos al llamado eustrés, el estrés del bueno, pero deberíamos cuidarnos del distrés, el estrés del malo. Como el colesterol, también hay dos tipos de estrés.

captura-de-pantalla-2016-12-27-14-37-34Una actividad muy prolongada en el tiempo a la que estamos decididos a responder, a dar lo mejor de nosotros al 200% de manera continuada y de la que no obtenemos fruto… es el caldo de cultivo ideal para el distrés. Huyamos de ese tipo de trabajos si podemos.

Intentemos, si está en nuestras manos, trabajar con la sensación de que estamos fluyendo; nos cansamos pero seguimos en la brecha orgulloso de los triunfos y satisfechos del esfuerzo realizado: agotados pero contentos.

Si hacemos esto último estaremos cerca de la felicidad.

EL DIAGNÓSTICO: mi hijo/a es…, mi hijo/a tiene…

diagNinguna persona está preparada para escuchar que su hijo/a tiene un trastorno “x”. Es cierto que para algunas familias recibir un diagnóstico puede suponer un alivio, ya que expresan: “por fin sabemos cómo tratarle y como debemos actuar…”. Son familias que son conscientes de que algo hay y llevan tiempo dándose cuenta de que las cosas no marchan bien.

Sin embargo, normalmente después de recibir un diagnóstico psicológico “grave” (lo que es grave para unos puede ser leve para otros) pasamos por un proceso de incredulidad, negación, aceptación, cambio, dudas, tristeza, incertidumbre, culpa, frustración, rabia y preocupación. Nos preguntamos: ¿se “curará” o será para toda la vida?, ¿cuántas sesiones serán necesarias?, ¿cuánto tiempo será necesario para ver cambios?, ¿cuál es la mejor intervención?, ¿existe medicación?… Nuestras expectativas y castillos creados en el aire pueden desvanecerse por completo o suponer metas en nuestro caminar.

No existe una única respuesta para cada pregunta que podemos formularnos. Aún con el mismo diagnóstico, la duración del tratamiento, la medicación, la intervención,… puede variar bastante.

Todas estas emociones y preguntas que nos surgen entran dentro de lo esperado en ese camino largo por recorrer. Nos ayudará:

  • Unirnos a personas que estén pasando lo mismo que nosotros.
  • Buscar ayuda psicológica para el tratamiento necesario.
  • No compararnos con otros, cada persona es única.
  • Aceptar el hecho de que hay cosas que no se pueden controlar.
  • Pedir y darnos apoyo entre familiares y amigos.
  • Cuidar de nosotros mismos: comer bien, descansar y atender nuestro aspecto físico.
  • Tener información contrastada sobre el diagnóstico.
  • Ser pacientes con la evolución de nuestro/a hijo/a.
  • No esconder el diagnóstico de tu hijo/a.

Perder el miedo a la persona diferente

Desde minuto 3:05
Desde minuto 3:05

El pasado martes día 29 de noviembre de 2016 tuve el placer de acompañar a Adela González y su equipo en otro debate en el programa «Ahora» (desde minuto 3:05), este vez sobre la integración de personas nacidas en lugares del mundo lejanos cuya vida ha sido vivida en Euskadi.

Las personas cuya apariencia puede quizá revelarnos un lugar del mundo lejano son parte de la ciudadanía mundial con la que convivimos.

En un mundo inter-conectado e hiper-conectado es necesario que perdamos algún resquicio de miedo o sorpresa ante lo que juzgamos diferente. La clave está en experimentar que realmente la diferencia entre las perdonas no está en su color de piel, o en su tipo de pelo (¡o en no tenerlo!) sino en la actitud frente a los nuestros: los humanos.

Viajemos, conozcamos otras culturas, abrámonos al mundo.

Padres a debate (ETB-2)

Programa AHORA, con Adela González

A la carta. ETB
Luis de la Herrán. Desde 1 h 09 min ETB-2 AHORA, con Adela González

Ayer tuvimos la oportunidad de participar en el debate organizado por Euskal Telebista sobre algunos de los temas que preocupan y ocupan a padres y madres de adolescentes.

Pudimos hablar sobre el consumo de tóxicos, las alternativas que tienen nuestros jóvenes, las relaciones sexuales,…

Pasamos un rato ameno pudiendo explicar algunos de los puntos importantes que deberíamos tener en cuenta los padres y madres de hijos adolescentes.

De los Leonard Cohen o de cómo aprender a morir

img_1402Intentaré encender, desde este modesto púlpito, alguna luz en el camino de aprender a morir con dignidad y belleza, como decía el premio príncipe de Asturias en su discurso de 2011.

Los Aprendizajes que pone la vida delante de nosotros muchas veces justo cuando menos los queremos, en ocasiones tienen varios ensayos para que podamos ir practicando. En psicología del aprendizaje llamamos ensayos de aprendizaje a las ocasiones en las que ponemos en marcha nuestra habilidad para conseguir perfeccionarla en una ocasión final.

En la muerte solamente hay un ensayo, una oportunidad de morir. Pero sí podemos ensayar la actitud que tendremos llegado el momento; siempre y cuando la vida, esa caprichosa del azar, así nos lo permita antes de morir.

Alguien puede pensar en lo osado de mi escrito; de acuerdo. Algún otro puede ver en él un asidero que con ansia buscaba desde hace tiempo; e incluso otros lo pueden ignorar, aún teniendo delante de sus narices la realidad de lo que le acecha.

Creo que existen tres tipos de perfiles de vivir la cercanía de la muerte. Por un lado tenemos a los CIEGOS. Son aquellos que desde su protección no quieren o pueden ver lo evidente: la vida nos ha dado un tiempo para vivir y ya se acaba. Las personas ciegas tienen miedo, miedo a encontrarse con algo que no van a controlar, miedo por no saber cómo reaccionar llegado el momento fatal. Nadie les ha enseñado a asumir desde bien pequeños que la muerte es parte de la vida, que son dos caras de la misma moneda. Realmente no son conscientes de que su vida algún día terminará, aunque ese día esté mas cerca que lejos.

Luego están las personas RESISTENTES. Son aquellas que se niegan y colocan todas sus trincheras frente a la muerte para luchar contra ella. ¡Vaya falacia luchar contra lo único inevitable que tiene la vida! Se rebelan ante la posibilidad de desaparecer, no quieren; y hasta se convencen de que no ocurrirá así.

Por último están los VALIENTES, aquellos que tienen miedo pero saben que es el siguiente paso que deben dar en la vida; el último. Las personas que saben que la vida va por ciclos, que va de fases, suelen tener más claro que cuando la muerte llama a su puerta deben abrir. Despedirse de los seres queridos, decir lo que siempre quisiste susurrar a quién de veras te importa y aceptar el final de la vida y el principio de la muerte, suelen ser características comunes a estas persona valientes.

Parece que aunque sólo podamos tener un ensayo de aprendizaje al morir, sí podemos tener multitud de ensayos en los que podemos mostrar nuestra actitud ante el final de la vida. Como decía Viktor Frankl, psiquiatra maltrecho y reconstruido en la Alemania nazi, lo único que no puede quitarnos nadie es la voluntad de sentido. Nuestra intención de dotar de sentido a nuestros actos, nuestra voluntad de querer hacer nuestra vida a nuestra manera (y nuestra muerte) es lo que nadie jamás podrá arrebatarnos. Por eso nuestra actitud valiente (con miedo pero valiente) es lo único a lo que nos podemos aferrar para dar el paso. Aceptar morir es lo que distingue a estas personas valientes; no su tranquilidad frente al final. No hablo de resignación.  Resignarse es la actitud de quien quiso cambiar el exterior y no pudo, de la persona frustrada frente a sus inútiles esfuerzos por mover las paredes que le rodean.

Leonard Cohen así parece que lo hizo. De alguna manera llegó un momento de su vida en lel que quiso morirse. No hablo de querer quitarse la vida, ni de terminar con el dolor crónico, no. Hablo de la decisión consciente y voluntaria de dar el paso, montar en la barca y cruzar el río.

Transcribo las palabras de despeidda del autor a su musa: «Bien, Marianne, hemos llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos y creo que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, creo que podrás tocar la mía. Ya sabes que siempre te he amado por tu belleza y tu sabiduría pero no necesito extenderme sobre eso ya que tú lo sabes todo. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Amor eterno, te veré en el camino.”

En nuestras vidas tenemos muchos ejemplos de personas que ya no están con nosotros, que decidieron terminar su vida, acabar esa fase y comenzar otra realmente incierta, la más incierta. Parezcámonos a ellas, demos un paso adelante y decidamos conscientemente que el siguiente de nuestra vida es el final. Aceptemos con valentía y con miedo ese último paso. Mostremos a los siguientes en la cadena cómo se hace. Seamos ejemplo de bien morir. Las generaciones que van detrás necesitan vernos como modelos de esta última enseñanza, de este último paso. Y despidámonos con agradecimiento por todas las emociones agradables que hemos vivido, por la buena sensación de fluir en los momentos en los que perdimos el sentido siendo nosotros mismos y por el bienestar profundo que nos supuso pertenecer a algo superior a nosotros mismos y de lo que éramos una pequeña parte importante. Dejemos a un lado la cara B del disco, la rayada, la vieja y pongamos de nuevo ese disco de vinilo por su cara A, la buena, la sonora, la que nos hace vibrar. Y bailemos hasta el amanecer.

Generación corta-pega

copypasteLa vida va pasando y los ciclos se van cumpliendo. El rápido acceso a toda la información que ya está «trabajada» por otros antes que nosotros, pone al alcance de nuestros dedos tantos datos que la tentación de evitar el esfuerzo hace que cortemos y peguemos en exceso.

¿Dónde queda la creatividad frente al folio en blanco?, ¿dónde está la expresión de ideas que ya duermen en nuestros cerebros y que salen mezcladas y relacionadas de manera creativa gracias a nuestro esfuerzo?

Incluso los egipcios de la antigüedad afirmaban que las generaciones venideras darían al traste con el sistema social que imperaba; por ser muy alocadas e irreflexivas. Siempre pasa lo mismo: todas las generaciones pensamos que la siguiente no sabrá estar a la altura… y luego el mundo sigue.

Aún así, desde esta pequeña tribuna abogo por reservar espacios a la creatividad personal, al esfuerzo propio y a la producción de productos de conducta personales y únicos. Dejemos huella.

Comienzo Curso 16/17 Artxandako Trueba Ikastetxea

foto6Comenzamos el nuevo curso escolar junto al Colegio Trueba de Artxanda, acompañando a las familias y al alumnado. El lunes día 26 de septiembre tuvimos la oportunidad de comentar a las familias que asistieron a la primera reunión del curso, aspectos fundamentales de la educación en las etapas de Haur Hezkuntza y Lehenengo Hezkuntza, con un tono distendido.

Os ponemos aquí el link de la presentación utilizada:

http://prezi.com/wb_fy0w3h7l6/?utm_campaign=share&utm_medium=copy&rc=ex0share

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Hoy miércoles día 28 volvemos a encontrarnos en el colegio, esta vez con las familias de los cursos de Educación Secundaria Obligatoria y Bachiller. Comentaremos algunos aspectos importantes a tener en cuenta desde casa para una mejor comunicación y educación de nuestros «grandes» hijos e hijas.

Os esperamos a todos/as.

Hijos así, Padres sin pacto

planesParafraseando a Berta González de Vega en su artículo aparecido en El Mundo (Sopla terral) Padres así, hijos sin pacto (31/8/16) que con gran acierto pone las tildes sobre los adjetivos que realmente nos importan a las personas de a pie… Puedo añadir otro punto de vista que entiendo es complementario al suyo.

Una reciente obra de teatro infantil me sugería al oído que si los niños mandaran, en lugar de los adultos, mejores gobiernos tendríamos… no sé yo. Nuestros hijos no están siendo educados -por todos nosotros- en la tolerancia a la frustración, en el acuerdo entre diferentes, en el «me quito un poco de mí para poner un poco de ti y así salimos creciendo los dos, diferentes, pero crecidos», etc.

Observo una creciente intolerancia a la frustración presente en nuestras vidas, y en la educación que estamos dando a nuestros hijos. Y me preocupa. No nos gusta esperar, No nos gusta aburrirnos. No nos gusta fastidiarnos. No queremos demorar el placer. Tiene que ser ahora.

Deberíamos hacer todos y todas un esfuerzo por eliminar la banalidad y la fantasía del aquí y al ahora del placer inmediato, e ir sustituyéndolo poco a poco por la capacidad de soportar el malestar. Esto último sí que nos hace más fuertes.

Hagamos planes para nuestros hijos, pero no nos obsesionemos, y toleremos que aquellos vayan cambiando; sí.

Y no olvidemos ese refrán mejicano: «¿quieres hacer reír a Dios?, cuéntale tus planes» Muchos de los asuntos que planificamos, que fabricamos para evitarnos el malestar, son desordenados por nosotros mismos, nuestros semejantes, el destino,… quién sabe. Así que a ello…

 

Espejito espejito… ¿quién es la más guapa?

blancanieves

El Síndrome de Blancanieves hace referencia a la distorsión de la imagen que una persona tiene de sí misma con respecto a su juventud, belleza o características de esta etapa de la vida. La persona que lo padece siente envidia hacia otras personas más jóvenes que reúnen lo que esta considera “belleza”.

Betsy Cohen, una psicoterapeuta estadounidense, acuñó el término en uno de sus libros. Pese a que este trastorno no forma parte del DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), los psicólogos prestan cada vez más atención a sus síntomas.

Se da principalmente entre mujeres, que superan los 40 años. Pero no es exclusivo de ellas, también se dan muchos casos entre los hombres.

Algunas de las características son:

  • Ansiedad y depresión por  miedo a envejecer.
  • Distorsión de la imagen.
  • Baja autoestima.
  • Envidia y afán competitivo ante mujeres más jóvenes.
  • Obsesión por la salud y la belleza física, llegando a hacer uso abusivo de la cirugía estética.
  • Frecuentes flirteos con hombres (la mayoría más jóvenes) debido a la constante búsqueda de aprobación de su apariencia física.
  • Miedo a estar soltera y búsqueda de una nueva pareja tras la ruptura sentimental.
  • Envidia hacia las mujeres con éxito con los hombres.
  • Tristeza al recordar la juventud y las cualidades de esa edad que se creen ya perdidas.

94 424 19 60 / Psicólogos en Bilbao.