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Organizarse = decir «ahora no»

Saber Organizarse. centro delta
Saber Organizarse.

Muchos en nuestros trabajos, debemos sacar temas, gestionar asuntos,… y en ocasiones nos faltan horas del día… En esos momentos corremos el riesgo de presionar demasiado a nuestro organismo y entramos en la fase de «activación» del estrés.

Que nos organicemos. Que planifiquemos. Que ordenemos… pero siempre con una condición: decir que NO a ciertos asuntos y tareas que puedan retrararse en el tiempo; ya que valoramos que existen otras urgentes que deben tener prioridad.

Y claro, detrás de los asuntos y temas hay personas. Ellos y ellas que nos piden que lo hagamos, que les pasemos un documento para mañana, que le revisemos la tarea pendiente o que le enviemos ese mail con la documentación completada…

¿Cómo unir posponer asuntos, demorarlos, decirles que ahora no, con mantener relaciones cordiales en el trabajo?

Siendo sincero, hablando desde la verdad, desde la propia organización, desde el entendimiento de que ese asunto es para ti importante, pero que hoy no podré llevarlo a cabo; sino en el momento posterior que te indico. Manteniendo la sonrisa, las formas, preocupándonos por el interlocutor y empatizando; claro, separando la tarea del mensajero.

– ¿Qué hay de ese correo con la documentación que te pedí? saludos!!

– Lo tengo pensado hacer el jueves, si te parece. Sé que te vendría mejor hoy, lo siento. Me es imposible organizarme porque debo sacar temas urgentes. Gracias por tu paciencia!! Saludos!!!!!!

Digan lo que digan

Ya lo dijo Raphael en su famosa canción: «hay mucho más amor que odio, más besos y caricias que mala voluntad». Ayer fuimos testigos de cómo en el metro de Bilbao un hombre se desmayaba y hubo hasta seis personas que ofrecieron su ayuda en los primeros dos minutos.

Enseguida se avisó a los servicios de emergencias que en cosa de cuatro minutos, no más, llegaron a atenderle.

¿Qué dice este gesto de nuestra sociedad, de nosotros? ¿A qué hacemos caso, a los comentarios que dicen que somos una sociedad «líquida», impersonal, absorta por las pantallas, ensimismada en su ombligo? ¿O escuchamos a nuestro lado solidario, amable, cooperativo?

Hay esperanza. Seguro.

¿Tengo un problema… u otra cosa?

problema¿Seguro?… Muchas veces nos preguntamos cómo podemos resolver los problemas que nos acechan, con los que nos encontramos, los que nos hacen sufrir… pero quizá estamos analizando erróneamente desde el mismo punto inicial de partida. Antes de ponernos a intentar resolverlo, debemos saber a lo que nos enfrentamos; antes. Me explico.

¿Cómo sé que tengo un problema?… porque me siento incómodo, nervioso, desasosegado, intranquilo,… Sí, bien, pero vayamos un poco más atrás: previo a ese instante. ¿Por qué lo catalogamos como «problema»?

Vemos y clasificamos como problemas asuntos que no lo son; pues no tienen solución. Sólo algo es un problema cuando tiene solución, de lo contrario es otra cosa. Y los confundimos con retos, con situaciones estables inmutables, en ocasiones dolorosas, que nos piden adaptación por nuestra parte; no que lo cambiemos, pues es imposible.

Cuando algo no podemos moverlo, cuando es totalmente ajeno a nuestra voluntad no es un problema sino un reto; una nueva demanda externa que nos pide flexibilizar, adaptarnos, asumir nuevos papeles, nuevas formas, abandonar lo conocido para adentrarnos en lo inexplorado,… Se nos está retando. ¿Estimulante? Nuestra actitud en estas «experiencias reto» nos marcarán poco a poco nuestro aprendizaje sobre ellas.

Retos y Problemas.

«Mi pelo es rizado y lo quiero liso» Reto

«Me sangra la nariz después del golpe» Problema

«Me gustan las chicas… y no debería…» Reto

«Suspendo las asignaturas…vaya desastre» Problema

«Se me cae el pelo por el estrés» Problema

«Mi cáncer es terminal» Reto

«Mi corazón está débil, debo cuidarme…» Problema

«¿¿¿¡¡Gemelos!!???» Reto

«Mi equipo de fútbol ha perdido» Reto

«Durante 5 años he intentado tener hijos (Problema) y ahora me dice el médico que me tengo menopausia desde hace un mes» Reto

«Mi marido es un desconocido» Problema

(¡Gracias a J por la inspiración!)

Charla a Padres/ Madres en Colegio Alemán

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEl próximo miércoles día 26 de febrero a las 18:30h, tenemos el placer de ofrecer una charla en el Colegio Alemán de Bilbao a los padres y madres de hasta Grundschule que quieran acudir titulada El descubrimiento de la afectividad.

Hablaremos sobre la afectividad en los diferentes momentos evolutivos de nuestros hijos y de cómo podemos mostrarnos como educadores eficaces en un tema a veces para los padres delicado.

Cicatrices de pirata

piratas-asterixLa vida nos hiere, nos duele, pasa por encima de nosotros en ocasiones haciéndonos «sangrar»… Son vivencias duras, inesperadas, incómodas,… que nos hacen sufrir… y van dejando un rastro en nuestra historia, en el relato de quiénes somos. Dicen de nosotros por dónde hemos caminado y por lo que hemos pasado. Están ahí, no pueden moverse, ni cambiarse; no podemos dar marcha atrás al tiempo… ni falta que hace.

Pero sí podemos re-interpretarlas, re-elaborarlas, re-valorizarlas y re-escribirlas…

Podemos convertirlas en hitos sobre los que estar orgullosos; experiencias que nos han marcado y nos han hecho aprender que «…(complete usted el texto entrecomillado)…».

Sin aquella experiencia en el momento vivida de manera nefasta, yo no hubiera valorado la «… (complete usted…)…»

De no haber sido por aquel día, no estaría ahora en «…(complete…)…»

Ahora me doy cuenta que a raíz de aquello, valoro de otra manera los «… (vuelva a completar)…»

Ya no soy el mismo, ahora la vida me ha enseñado que no merece la pena «…(la última vez que completa, lo prometo)…». Mi mujer me dice que ahora me tomo las cosas con humor de tal manera que «…(ups, sí, sí, lo siento, ésta ya la última…, je je je)…»

La vida nos deja marcas, cicatrices, restos de su paso por nosotros, medallas que nos recuerdan que hemos vivido la vida. Pero somos piratas. Piratas orgullosos de sus andanzas, hazañas y gestas en las que hemos dado todo. Mostremos a nosotros mismos las medallas que el tiempo forja en nuestra experiencia.

(¡Gracias a Manu por la inspiración!)

Cuando el dolor nos puede

dolorHay ocasiones en que las emociones nos paralizan; el dolor nos agrieta por dentro y el miedo nos congela.

Somos pura emoción, no respondemos a razonamientos, ni a teorías, ni a lógicas,… sólo sentimos; y de tal manera que se nos paraliza aquello, sea lo que sea, que nos diferencia de nuestros primos los animales cuadrúpedos.

Cuando perdemos a un ser querido en un accidente, cuando leemos el mail que nos explica que nos deniegan «hasta nuevo aviso» la recogida de nuestro hijo adoptivo, cuando la enfermedad «se complica» y la médico se retira discreta, con gesto compungido,…

Son momentos para el dolor, para el sufrimiento… ¿Qué sentido tiene?, ¿por qué?…

Cuando no hay respuesta a algunas preguntas… es que no son las preguntas. Son otras.

Tras la fase inicial del choque, del susto, del impacto,… vienen otras preguntas: ¿Qué podré hacer frente a los demás con este dolor?, ¿cómo podré aprovecharlo para enfocar hacia algo bueno?. ¿cómo valoro otros aspectos de mi vida una vez tengo claro que «lo malo» estará ahí?, ¿cómo puedo crecer «aún» teniendo este dolor?, ¿puedo hacerlo?, ¿mi actitud está determinada por eso negativo, o puedo elegir sonreír?, ¿aún así me siento más afortunado que otros?,…

Soñar en fiestas…

principeazulno«¡Va a ser la fiesta de mi vida!», «¡vamos a disfrutar a tope!», «¡voy a desfasar hasta caerme muerta!»,…

En verano llegan las fiestas de aquí y allá y las expectativas que nos hacemos, a veces sin darnos mucha cuenta, son bastante altas. ¿Quién no ha pensado alguna de esas ideas un día antes de quedar con esos amigos para bajar al sur?

¿Pero realmente todo va a ser tan alucinante?… Tendrá momentos buenos, inolvidables quizá; pero no nos engañemos: habrá veces en las que nos cansaremos de ese pesado de turno, nos quemaremos por el sol, nos dolerán los pies, el chico al que «perseguimos» bailará con mi amiga,… y tenemos el riesgo de pasarnos al otro extremo:

«¡Vaya mierda de verano!», «Paso de volver a quedar con éstas porque nunca nos ponemos de acuerdo a dónde ir», «Me han dejado, es el verano más triste de mi vida»,…

Sinceramente, ¿aquellos y éstos pensamientos son verdad?, ¿Se trata de saber qué es LA verdad?.

Se trata de que sepamos cómo acudir a este verano, a estas fiestas, con qué «cosas» en la cabeza, para evitar frustraciones. Deberemos tener un poco claro lo que esperamos, lo que de verdad puede darnos esa realidad, y lo que nos pedimos a nosotras mismas.

¡¡El príncipe Azul destiñe!!

Hogueras: empezamos de cero.

hoguerasAyer tuvimos la noche más larga del año; y en muchos lugares prendimos fuego a maderas, basuras, cartones, impresionantes obras de arte que no pudieron salvarse de la indulgencia de los jueces; e incluso los libros del colegio que con tanto o tan poco ahínco han devorado nuestros hijos.

Podemos dar un significado al fuego: purificación, hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero, terminar con lo antiguo para pasar a lo nuevo,…

Esa es una actitud que repetimos las personas con cierta frecuencia y que nos ayuda a salir de nuestros automatismos. Cuando comienza el año nuevo, también podemos  hacer promesas de comienzo; exigencias hacia nosotros mismos para realizar nuevos comportamientos, rutinas, hábitos,… y al fin y al cabo, nuevos caracteres; nuevas maneras de presentarnos ante el mundo y ante nosotros mismos.

No hace falta una noche de hogueras para comenzar; pero los símbolos pueden ayudar. No hace falta ver un nuevo calendario en la pared para decirnos a nosotros mismos: «ahora debo empezar una nueva vida, soy el mismo de siempre, pero algunas actitudes, rutinas, comportamientos los voy a cambiar porque yo lo he decidido; y al que no le guste… que no mire»

Es nuestro momento. Comencemos.