Seguramente hayas oído hablar en los últimos años del Mindfulness, de sus técnicas o de la necesidad de tener una actitud más “Mindfulness”, pero ¿de qué se trata exactamente?
El mindfulness puede definirse como la capacidad de “prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación”.
Origen
Se considera que el origen del Mindfulness puede situarse hace unos 2.500 años en la tradición budista. Aunque fue el buda Siddharta Gautama el impulsor de esta tradición filosófica, no fue hasta la década de los 60 cuando Jon Kabat-Zinn la llevó a occidente.
Su traducción al castellano no sería otra que “Atención Plena, Conciencia Plena, Presencia mental o Conciencia Abierta”, entre otras.
Pilares del mindfulness
A continuación, os presentamos algunas pinceladas sobre los fundamentos de esta filosofía:
- No juzgar. Se trata de ser testigos de lo que pasa a nuestro alrededor, tratando de no valorar ni reaccionar ante los estímulos internos o externos. Observar sin emitir juicios de valor.
- Paciencia. Comprender que las cosas pasan cuando tienen que suceder. No acelerar el proceso.
- Mente de Principiante. Estar dispuesto a todo como si fuera la primera vez. Dejar atrás las creencias, las impresiones o las ideas propias. Cada experiencia es única y no es igual a otra.
- Confianza. Creer en uno mismo, en la propia intuición y sabiduría.
- No esforzarse. Practicar la atención sin tener la intención de obtener ningún resultado.
- Aceptación. Ver las cosas como son en el momento sin intentar cambiarlas.
- Ceder. Permitir que las cosas sean como son, sin aferrarnos a ellas. El objetivo es soltar, dejar ir la experiencia sea positiva o negativa.
Beneficios del mindfulness
Son numerosos los beneficios que se han encontrado de esta práctica. Entre ellos podemos encontrar:
- Mejora de la capacidad de concentración y de memoria
- Disminución de los niveles de estrés y de ansiedad.
- Mejora del control atencional.
- Una mayor capacidad de regulación emocional.
- Mejora del autoconocimiento y autoconciencia.
- Disminución de la presión arterial
- Aumento de la relajación.
¿Cómo podemos ir practicando?
Que te parece si durante estas vacaciones pruebas a hacer mindfulness durante unos minutos. Mediante algunos ejercicios muy sencillos puedes poner en pausa el día, detener la vorágine en la que te encuentras y tener unos minutos para parar y respirar.
Prueba lo siguiente: busca a un lugar tranquilo (una habitación, el jardín, la playa, el monte) y cierra los ojos. Comienza prestando atención a tu respiración. Siente tu respiración, como sube y baja tu pecho, la frecuencia de las inspiraciones. A continuación, pasa a observar la posición de tu cuerpo, pero recuerda, ¡observa sin juzgar! Se trata simplemente de darnos cuenta de cómo está nuestro cuerpo y su posición en el espacio. Después de unos minutos, pasa a tomar conciencia del entorno. ¿Qué se escucha? ¿Qué temperatura hace? Más tarde observa tus pensamientos. Repito que se trata de observar lo que nos viene a la mente sin intentar controlar lo que pensamos o juzgar las creencias que pasan por nuestra cabeza. Por último, ¡abre poco a poco los ojos!
¿Cómo te sientes?
Si necesitas más información sobre el mindfulness o quieres aprender algunos ejercicios para practicar en tu día a día, ¡ponte en contacto con nosotros!
Desde el Centro Delta Psicología estamos para ayudar. Nos encontrarás en el 944241960 en el email info@centrodelta.com o en las redes sociales como instagram o twitter.