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Charla En Colegio Pureza de María

El martes que viene día 30 de mayo a las 15:30h, qué mejor para acabar el mes que una charla a familias del Colegio Pureza de María en Bilbao titulada: «Objetivo verano: cómo evitar excusas para acabar el curso con éxito«.

En ocasiones nos hacemos los remolones, evitamos un último esfuerzo. En cada etapa del desarrollo, tenemos unas necesidades que cubrir, y unas demandas planteadas por el sistema educativo que tenemos que satisfacer.

Iremos por partes. Nos centraremos en lo que necesita cada niño y niña y cada padre y madre a la hora de evitar ese último esfuerzo. Merece la pena.

 

Nuevo sistema de clasificación diagnóstica jerárquica de los problemas mentales y del comportamiento HiTOP

HiTOP, nueva clasificación diagnóstica de psicopatología
HiTOP, nueva clasificación diagnóstica de psicopatología

Un grupo de Psicólogos y Psiquiatras sobre todo norteamericanos, del ámbito universitario, nos ofrecen una nueva clasificación jerárquica de los trastornos psicopatológicos. La llamada HiTOP, según publicación de 23 de marzo de 2017

http://www.apa.org/pubs/journals/features/abn-abn0000258.pdf

Lo presentan como alternativa al DSM-5

Estaremos pendientes desde Centro Delta Psicología. Puedes consultar más sobre nuestro trabajo en el siguiente enlace:

http://centrodelta.com/primera-cita/sistema-de-trabajo-del-psicologo/

Hoy es el día de la felicidad, ¿y los demás?

snoopy morirLa psicología moderna nos aporta un concepto de felicidad que no sólo tiene que ver con el disfrutar sino con otros asuntos más: el sentido de la vida, el camino que andamos tras nuestras metas, el sentimiento de pertenencia, las emociones de fluir en el trabajo o en nuestras actividades y la consciencia de que la vida es cada A y cara B; todo tiene una parte negativa que debemos aceptar y hasta verle lo positivo.

¡Vaya síntesis atrevida de lo que es la felicidad!

Lo bueno si breve…

Lo que nos une / Elkartzen Gaituena

diag¿Qué nos une a los profesionales de la psicología? Esto intentamos explicar el pasado 25 de febrero de 2017 en la IV Jornada de Debate Clínico organizada por la Comisión de Psicología Clínica y de la Salud -de la que formo parte- de la mano de Paco Martín Murcia, Alberto Soto y Amaia Mauriz, tres destacados profesionales. Dos psicólogos y una psicóloga que trabajan desde marcos teóricos diferentes pero que sin embargo ante la solicitud de: «busquen ustedes lo que nos une», supieron encontrarlo.

 

El tan ansiado pegamento que nos identifica a los profesionales de la psicología no es el pegamento marca «Acmé», una buena sala de espera, ni muchos títulos y conferencias en nuestro haber… sino la en ocasiones tan traída y llevada alianza terapéutica: aquel vínculo sinuoso pero fuerte, que suele aparecer cuando dos personas contactan, encajan en un ambiente terapéutico despertado por las demandas de la una y los ofrecimientos de la otra.

 

Cuando dos personas nos juntamos para empezar una relación psicoterapéutica los dos cambiamos; normalmente en la línea del crecimiento mutuo -cada una en un nivel diferente-. Comenzará a existir cierta conexión verdadera que parece estar en la base de la efectividad de dichas intervenciones de nuestra profesión. Esto es lo importante.

 

¿Qué pasará en el cerebro, en el plano bioquímico cuando sentimos esa conexión personal?, seguramente cambios a nivel de las mallas neuronales y de las redes que parecen gestarse cuando aprendemos habilidades para la vida con las emociones como conductoras. Podremos hablar, por tanto de una alianza, de una conexión emocional capaz de sugerir o al menos ser sustrato de determinados cambios emocionales, cognitivos y comportamentales. Esto por un lado. Por otro lado parece existir otro correlato bioquímico y fisiológico que es posible que se fragüe en este contexto de alianza. Nuestro cerebro y las células que lo componen parecen variar al menos en su funcionalidad. Ya tenemos dos conexiones.

Si seguimos un poco más allá nos daremos cuenta que existen momentos en la psicoterapia que podemos llamar, sin ánimo de pasarnos a las ciencias ocultas, como de magia, ilusión o chispa. Hay momentos que podemos identificar como especiales o puntos de inflexión en los que vemos que hay cierta conexión de la persona que tenemos al lado: empezamos a ver que conecta con sus emociones, con sus decisiones, con personas que le convienen en su mundo emocional y con otros aspectos de sus relaciones que le producen un bienestar hasta ahora poco conocido.

 

Intento hablar de manera genérica, y creo aún no haberme decantado por ningún enfoque psicoterapéutico; pues no es ése el objetivo de este escrito. Pretendo poner de relieve lo que nos une. Las diferencias están ahí, son evidentes; pero no me interesan ahora.

 

Por último y con la brevedad que me exige el ánimo de ser leído por mis compañeros y compañeras de profesión, me falta un aspecto muy relevante: la desconexión. Siempre que conectamos con algo, lo dejamos de hacer con otro asunto. No es menos relevante que muchas personas que se benefician de la alianza terapéutica a la vez que conectan con ellas mismas, con sus sistemas nerviosos central y periférico, conectan con sus emociones, con las personas que les quieren,… también desconectan de personas o ambientes tóxicos, perjudiciales y negativos a largo plazo.

 

El objetivo terapéutico es por tanto, conectar adecuadamente al cliente consigo mismo y con el entorno para que sea él mismo. El cómo es una alianza terapéutica auténtica: eficaz, sincera, segura, humana y auténtica.

 

La psicoterapia de la conexión por tanto puede aglutinar tanto escuelas con modelos diferentes, con técnicas distintas, pero sin perder de vista que todos estamos haciendo una misma cosa central: conectamos con personas, favoreceos que conectan consigo mismas y con otras personas, creamos alianzas terapéuticas, lo hacemos, y a todos nos funciona. Por eso decimos que nuestra escuela es la buena, porque estábamos poniendo el foco en una variable que no es la que estaba produciendo el cambio terapéutico. La clave no es la escuela o modelo teórico; sino la alianza terapéutica auténtica.

 

Este boceto que he pretendido describir, por tanto coloca al concepto conexión a tres niveles como el elemento común y me atrevo a decir central en nuestro trabajo diario con personas que acuden a nosotros en busca de serenidad. Luego están las técnicas que tanto tú como yo pongamos en marcha; más o menos contrastadas por la en ocasiones incomprendida y prostituida ciencia. Ahora no es el momento del artículo científico, sino del escrito de toma de conciencia por parte de mis compañeros y compañeras, de nuestra profesión tan poco corporativa, para que comience a serlo; y podamos buscar más lo que nos une que lo que nos separa. Lo fácil es confrontar y hablar de mi libro; lo difícil fue lo que pasó en esa mañana soleada de febrero en una sala de conferencias del viejo Bilbao.

 

Desde esta modesta tribuna apuesto por bautizar lo que nos une como la psicoterapia de la conexión, tanto a nivel de sucesos psicológicos internos, nivel bioquímico como a nivel de relaciones personales. Tres estamentos distintos que se reconectan tras una psicoterapia con una buena alianza terapéutica; y luego las herramientas.

 

Luis de la Herrán Gascón

Psicólogo colegiado BI-01940

 

 

 

 

Pirómano vs. Incendiario

Radio Bilbao Cadena Ser 12/1/17
Desde 1h 17´

Este mediodía en Hoy por Hoy Bilbao, con Azul Tejerina desde minuto: 1h 17′, hemos puesto un poco de luz en los fuegos provocados por una persona que aparentemente padece una piromanía; es decir, que siente un impulso difícil de controlar hacia el fuego y todo lo que rodea al fuego.

Recientemente la localidad de Sopela ha sufrido una serie de incendios al parecer provocados por una persona que parece padecer este trastorno, clasificado según los manuales estadísticos de los trastornos del comportamiento en la categoría de «trastorno de los impulsos», en el mismo grupo que la trocotilomanía, la cleptomanía o el juego patológico.

Por tanto, no estaríamos hablando de una persona indendiaria; la cual provocaría el fuego por una motivación personal en linea con una venganza, búsqueda de dinero, recalificación de terrenos, notoriedad social, etc.

La intervención de los recursos sociales sobre las personas que no pueden controlar los impulsos de todo lo que rodea al fuego debe ser asistencial, y no carcelaria. Una intervención sanitaria con psicólogos, y probablemente especialistas en psiquiatría, siempre basada en la evidencia, va a conseguir, probablemente, una disminución de dichos impulsos y por tanto una mejor adaptación de la persona a su ambiente social.

Mi trabajo es un chollo

trabajochollo2016El pasado Lunes día 26/12/16 pude participar en un debate en ETB-2 de la mano de Adela González en el programa AHORA sobre si algunos trabajos «a todas luces» afortunados son realmente un chollo.

Por exigencias del formato no pudimos extendernos mucho, pero sí que pudimos señalar que incluso trabajos como ser jurado en concurso de pintxos, sumiller, asesora de moda o «probador de viajes» pueden estrés.

Es necesario hacer una puntualización. No está mal acercarnos al llamado eustrés, el estrés del bueno, pero deberíamos cuidarnos del distrés, el estrés del malo. Como el colesterol, también hay dos tipos de estrés.

captura-de-pantalla-2016-12-27-14-37-34Una actividad muy prolongada en el tiempo a la que estamos decididos a responder, a dar lo mejor de nosotros al 200% de manera continuada y de la que no obtenemos fruto… es el caldo de cultivo ideal para el distrés. Huyamos de ese tipo de trabajos si podemos.

Intentemos, si está en nuestras manos, trabajar con la sensación de que estamos fluyendo; nos cansamos pero seguimos en la brecha orgulloso de los triunfos y satisfechos del esfuerzo realizado: agotados pero contentos.

Si hacemos esto último estaremos cerca de la felicidad.

Padres a debate (ETB-2)

Programa AHORA, con Adela González

A la carta. ETB
Luis de la Herrán. Desde 1 h 09 min ETB-2 AHORA, con Adela González

Ayer tuvimos la oportunidad de participar en el debate organizado por Euskal Telebista sobre algunos de los temas que preocupan y ocupan a padres y madres de adolescentes.

Pudimos hablar sobre el consumo de tóxicos, las alternativas que tienen nuestros jóvenes, las relaciones sexuales,…

Pasamos un rato ameno pudiendo explicar algunos de los puntos importantes que deberíamos tener en cuenta los padres y madres de hijos adolescentes.

De los Leonard Cohen o de cómo aprender a morir

img_1402Intentaré encender, desde este modesto púlpito, alguna luz en el camino de aprender a morir con dignidad y belleza, como decía el premio príncipe de Asturias en su discurso de 2011.

Los Aprendizajes que pone la vida delante de nosotros muchas veces justo cuando menos los queremos, en ocasiones tienen varios ensayos para que podamos ir practicando. En psicología del aprendizaje llamamos ensayos de aprendizaje a las ocasiones en las que ponemos en marcha nuestra habilidad para conseguir perfeccionarla en una ocasión final.

En la muerte solamente hay un ensayo, una oportunidad de morir. Pero sí podemos ensayar la actitud que tendremos llegado el momento; siempre y cuando la vida, esa caprichosa del azar, así nos lo permita antes de morir.

Alguien puede pensar en lo osado de mi escrito; de acuerdo. Algún otro puede ver en él un asidero que con ansia buscaba desde hace tiempo; e incluso otros lo pueden ignorar, aún teniendo delante de sus narices la realidad de lo que le acecha.

Creo que existen tres tipos de perfiles de vivir la cercanía de la muerte. Por un lado tenemos a los CIEGOS. Son aquellos que desde su protección no quieren o pueden ver lo evidente: la vida nos ha dado un tiempo para vivir y ya se acaba. Las personas ciegas tienen miedo, miedo a encontrarse con algo que no van a controlar, miedo por no saber cómo reaccionar llegado el momento fatal. Nadie les ha enseñado a asumir desde bien pequeños que la muerte es parte de la vida, que son dos caras de la misma moneda. Realmente no son conscientes de que su vida algún día terminará, aunque ese día esté mas cerca que lejos.

Luego están las personas RESISTENTES. Son aquellas que se niegan y colocan todas sus trincheras frente a la muerte para luchar contra ella. ¡Vaya falacia luchar contra lo único inevitable que tiene la vida! Se rebelan ante la posibilidad de desaparecer, no quieren; y hasta se convencen de que no ocurrirá así.

Por último están los VALIENTES, aquellos que tienen miedo pero saben que es el siguiente paso que deben dar en la vida; el último. Las personas que saben que la vida va por ciclos, que va de fases, suelen tener más claro que cuando la muerte llama a su puerta deben abrir. Despedirse de los seres queridos, decir lo que siempre quisiste susurrar a quién de veras te importa y aceptar el final de la vida y el principio de la muerte, suelen ser características comunes a estas persona valientes.

Parece que aunque sólo podamos tener un ensayo de aprendizaje al morir, sí podemos tener multitud de ensayos en los que podemos mostrar nuestra actitud ante el final de la vida. Como decía Viktor Frankl, psiquiatra maltrecho y reconstruido en la Alemania nazi, lo único que no puede quitarnos nadie es la voluntad de sentido. Nuestra intención de dotar de sentido a nuestros actos, nuestra voluntad de querer hacer nuestra vida a nuestra manera (y nuestra muerte) es lo que nadie jamás podrá arrebatarnos. Por eso nuestra actitud valiente (con miedo pero valiente) es lo único a lo que nos podemos aferrar para dar el paso. Aceptar morir es lo que distingue a estas personas valientes; no su tranquilidad frente al final. No hablo de resignación.  Resignarse es la actitud de quien quiso cambiar el exterior y no pudo, de la persona frustrada frente a sus inútiles esfuerzos por mover las paredes que le rodean.

Leonard Cohen así parece que lo hizo. De alguna manera llegó un momento de su vida en lel que quiso morirse. No hablo de querer quitarse la vida, ni de terminar con el dolor crónico, no. Hablo de la decisión consciente y voluntaria de dar el paso, montar en la barca y cruzar el río.

Transcribo las palabras de despeidda del autor a su musa: «Bien, Marianne, hemos llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos y creo que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, creo que podrás tocar la mía. Ya sabes que siempre te he amado por tu belleza y tu sabiduría pero no necesito extenderme sobre eso ya que tú lo sabes todo. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Amor eterno, te veré en el camino.”

En nuestras vidas tenemos muchos ejemplos de personas que ya no están con nosotros, que decidieron terminar su vida, acabar esa fase y comenzar otra realmente incierta, la más incierta. Parezcámonos a ellas, demos un paso adelante y decidamos conscientemente que el siguiente de nuestra vida es el final. Aceptemos con valentía y con miedo ese último paso. Mostremos a los siguientes en la cadena cómo se hace. Seamos ejemplo de bien morir. Las generaciones que van detrás necesitan vernos como modelos de esta última enseñanza, de este último paso. Y despidámonos con agradecimiento por todas las emociones agradables que hemos vivido, por la buena sensación de fluir en los momentos en los que perdimos el sentido siendo nosotros mismos y por el bienestar profundo que nos supuso pertenecer a algo superior a nosotros mismos y de lo que éramos una pequeña parte importante. Dejemos a un lado la cara B del disco, la rayada, la vieja y pongamos de nuevo ese disco de vinilo por su cara A, la buena, la sonora, la que nos hace vibrar. Y bailemos hasta el amanecer.

Generación corta-pega

copypasteLa vida va pasando y los ciclos se van cumpliendo. El rápido acceso a toda la información que ya está «trabajada» por otros antes que nosotros, pone al alcance de nuestros dedos tantos datos que la tentación de evitar el esfuerzo hace que cortemos y peguemos en exceso.

¿Dónde queda la creatividad frente al folio en blanco?, ¿dónde está la expresión de ideas que ya duermen en nuestros cerebros y que salen mezcladas y relacionadas de manera creativa gracias a nuestro esfuerzo?

Incluso los egipcios de la antigüedad afirmaban que las generaciones venideras darían al traste con el sistema social que imperaba; por ser muy alocadas e irreflexivas. Siempre pasa lo mismo: todas las generaciones pensamos que la siguiente no sabrá estar a la altura… y luego el mundo sigue.

Aún así, desde esta pequeña tribuna abogo por reservar espacios a la creatividad personal, al esfuerzo propio y a la producción de productos de conducta personales y únicos. Dejemos huella.